sábado, 5 de junio de 2010

La filosofía griega en la Jonia

Nadie negará que los griegos legaron un imperecedero tesoro de literatura y arte al mundo entero, así como la reflexión filosófica. Desde el Asia Menor (Jonia), la filosofía griega se fue desarrollando sin interrupción hasta llegar a los dos grandes filósofos: Platón y Aristóteles, que representan el culmen de la filosofía griega. La reflexión filosófica fue un logro de los griegos, fruto de su vigor y lozanía mental, lo mismo que lo fueron su literatura y su arte. Por eso, las posibles influencias no griegas no nos pueden llevar a exagerar la importancia de éstas y a estimar en menos de lo debido la originalidad del espíritu griego, por ejemplo, si la filosofía griega contiene algún pensamiento similar al que aparece en alguna filosofía oriental, no podemos deducir inmediatamente que sea su fuente histórica, después de todo, el entendimiento del hombre es perfectamente capaz de interpretar de modos semejantes las experiencias semejantes, ya se trate del entendimiento de un hindú o del de un griego, y no hay por qué ver en la semejanza de reacciones una prueba irrefutable de dependencia ideológica.

Una vez estabilizada la vida social, pudieron los hombres darse a la reflexión teórica, y durante la infancia de la filosofía lo que primero les ocupó la atención fue la Naturaleza en su conjunto. Desde el punto de vista psicológico, sólo esto podía esperarse.

Esta filosofía, surge como el fruto de una civilización llegada a su madurez, los griegos surgen indiscutiblemente como los primeros pensadores y científicos de Europa. Ellos por primera vez buscaron el saber por lo que en sí vale, y lo buscaron con un espíritu científico libre y sin prejuicios.

El brillante proceso del pensamiento griego tuvo su cuna en Jonia; y si Jonia fue la cuna de la filosofía griega, Mileto lo fue de la filosofía jonia. A los filósofos jonios les impresionó profundamente el hecho del cambio, del nacer y del crecer, de la descomposición y la muerte.

Su percepción del constante proceso del cambio, de la transición de la vida a la muerte y de la muerte a la vida, le ayudó a orientarse, en las personas de los filósofos jonios, a un comienzo de filosofía; pues aquellos hombres vieron que, a pesar de todos los cambios y transiciones, debe de haber algo que permanece. ¿Por qué? Pues porque el cambio es el paso de alguna cosa a alguna otra. Ha de haber algo primordial, algo que persista, que vaya tomando varias formas y que soporte este proceso del cambio.

Por lo tanto tenemos que entender que la filosofía o cosmología jonia es, pues, principalmente, un intento de aclarar qué es ese elemento primitivo o Urstoff de todas las cosas. Unos filósofos se decidían por un elemento y otros por otro. El saber qué elemento eligió cada filósofo para afirmarlo como el Urstoff (así lo leemos en el libro de Copleston de la Historia de la Filosofía) no importa tanto cuanto el hecho mismo de que tuvieron en común esta idea de la unidad.

Los jonios diferían entre sí al describir las características de su respectivo Urstoff, pero todos ellos lo tenían por un ser material: Tales lo identificaba con el agua, Anaxímenes con el aire, Heráclito con el fuego. Aún no se había descubierto la contraposición entre el espíritu y la materia; Ya fuese el agua, el aire o el fuego lo que designaron como el Urstoff, éste ciertamente no aparece como tal materia primigenia, es decir, como el elemento último, fundamental, de todas las cosas.


Hna Ana Velásquez

1 comentario:

  1. Saludos Hna. Ana.
    Gracias por participar.


    Coincidimos en varias participaciones en el blog en la importancia de los filósofos jónicos, a continuación comparto un documento que nos da muchos más detalles sobre esta escuela presocrática.
    http://ficus.pntic.mec.es/~wque0012/filantigua/presocraticos/apuntes/SanMartinPugaTovar-Filosofiadepresocraticos.doc
    Éxitos

    Prof. Javier Tobón Restrepo

    ResponderEliminar