lunes, 17 de mayo de 2010

De las cosmogonias y los mitos a la filosofía por Gloria Patricia Gutiérrez Rincón.

Todos los seres humanos en algún momento de nuestras vidas nos hemos preguntado: ¿de donde vinimos?, y es de este cuestionamiento…de donde partimos para poder dar respuesta a los otros miles de interrogantes que surgen con el pasar de los días. Podríamos fácilmente hacernos al lado de alguna postura ya existente tal como la que propone la religión o la ciencia, o simplemente, encontrar nuestra propia visión del mundo. Y la filosofía al buscar constantemente la verdad, es una parte importante en nuestro afán por descubrir de donde provenimos. Un ejemplo de ello es la filosofía antigua, la cuál tiene como premisa que todos existimos gracias a la voluntad de los dioses.
El mito también hace parte importante de nuestro afán por descubrir de donde venimos. Este ha estado presente desde tiempos inmemorables, los cuales se han ido transmitiendo a través de la historia. De igual modo, los primeros mitos hacían referencia al poder de los dioses y su influencia en nuestras vidas; sin embargo, no olvidan la importancia del hombre como un factor determinante en las relaciones entre los de su especie.

Responder al origen de la vida, es plantearnos un primer interrogante ¿Qué es la vida? Podemos llamar vida a todo ser, que se encuentra en movimiento. Éste ser no es algo anterior o ajeno a la vida, es la VIDA MISMA, por lo tanto dirige la materia. Desde una visión tomista e incluso aristotélica se podría decir que es el principio vital que se identifica con el alma, viendo en ella la forma substancial del ser (de la materia, del viviente). El cual, naturalmente, se encuentra siempre en potencia.

Llegar a este análisis parte desde el concepto que al inicio de todo es un caos, muchas veces sin comprender de dónde surge todo aquello que vemos. Los presocráticos, tratando de explicar este caos y dar una armonía se valieron de una búsqueda intensa de poder conocer un principio que fuese el origen de todo. A esto se añade que se puede conocer de su principio y origen concuerdan en un SER, un agente externo, sobrenatural e infinito que no se puede explicar, pero que en si mismo es superior a otro ser y que está en constante movimiento, Por ejemplo: Heráclito propone el fuego como principio y origen de todo, Anaxímedes propone el aire, Pitágoras el numero par e impar, entre otros.

Partiendo de lo anterior, considero que La filosofía en nuestro mundo actual sirve para desmitologizar las ciencias. Estamos viviendo una época en la cual la ciencia se erige como diosa sobre toda la realidad humana, pero evadimos ciertos pensamientos sobre la trascendencia de la vida humana, su razón de ser, el objetivo de la vida. Estas cosas no son resueltas en los laboratorios todopoderosos, sino que la filosofía nos permite hallar respuestas, o al menos tratar de encontrarlas.

2 comentarios:

  1. Considero importante el aporte que haces, filosofamos a cada momento, porque para ponernos de lado de alguna postura sobre el origen del universo necesitamos buscar, investigar, confrontar, más aún, si estas teorías tocan nuestra fe y creencias. Exponer nuestras propias teorías sería una empresa de gran envergadura que demandaría una consagración total como lo han hecho los filósofos, científicos y artistas a lo largo de la historia.
    Estoy de acuerdo, no todo se resuelve en los laboratorios, pero a la filosofía "laicizada" siempre le quedará corto explicar el sentido de lo trascendente.

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  2. Cordial saludo Gloria.

    Gracias por participar.

    La reflexión que planteas nos propone el reto de repensar la realidad a partir de la pregunta metafísica y ontológica por el SER, más allá de la manifestación externa de las cosas u la superficialidad de los planteamientos, es quizá la historia de las ideas una pregunta eterna por el ser, qué es el mundo, que es el conocimiento, que es el hombre, el alma, dios, la razón, el ser mismo, la vida entera. Creemos que al conocer el SER de las cosas, lo que hace que una cosa sea per se y no otra podremos alcanzar la verdad y ocn esta la felicidad, esta fue la promesa de los filósofos clásicos, sin embargo considero que mientras más se es el ser que encontramos, menos somos el ser que podemos ser, al poner algunos paradigmas a la actividad cognoscente. Un ejemplo de ello es el paradigma de la ciencia, que es como un mito, retomando tus palabras. La filosofía nos ayuda a encontrar respuestas, o es la ciencia, o son los mitos, ¿o cualquiera de ellas con nuestra capacidad crítica?


    Prof. Javier Tobón Restrepo

    Éxitos

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